Sr. Director:

Pero hay también quien, sin compartir la fe, valora el trabajo social que hace la Iglesia y contribuye a sostenerlo con su declaración de la Renta. Es un gesto que hay que agradecer, como también la posibilidad que ofrece la Administración de que los ciudadanos elijan el destino que se da a una pequeña parte de sus impuestos. En su Memoria de Actividades la Conferencia Episcopal rinde cuentas cada año del uso que da a ese dinero, que lejos de limitarse al sostenimiento de la Iglesia, financia una gran labor que no hace distinción de personas por su credo ni por ninguna causa.