Sr. Director:
Tele 5, cuyos programas del «corazón» adolecen de una insensata falta de respeto a la verdad y a los televidentes, ha comenzado a emitir un lacrimógeno documental sobre Rocío Carrasco en un asunto que, por su grave naturaleza e implicaciones, tendría que tratarse con mayor rigor. Pues los mismos maestros del cinismo que ahora nos presentan desgarradores testimonios de una supuesta víctima de su ex marido por lustros de malos tratos (no probados judicialmente), son los que le promocionaron como un personaje estrella de la cadena.
Y para coronar este primer capítulo, extrañamente interviene en directo en Sálvame la ministra Irene Montero adoctrinándonos sobre la terrible violencia machista; algo que ya adelantara la noche anterior con un mensaje de solidaridad a Jorge Javier Vázquez, lo que enseguida fue aprovechado por una periodista ultrafeminista para descargar en el plató su demagógica artillería contra la insensibilidad machista de los jueces, la estructura heteropatriarcal del poder judicial, etcétera.
Este grave cuestionamiento de la profesionalidad, objetividad e imparcialidad judicial es una peligrosa carga de profundidad contra la justicia lanzada frívolamente en un programa con millones de seguidores. ¿Dice la verdad Rociíto? Eso les da igual. Todo vale por conseguir mayores cuotas de pantalla. Y que siga el espectáculo...