Sr. Director: Los integrantes de Izquierda Unida Madrid se encuentran más perdidos que el barco del arroz. El partido de «programa y más programa», de Julio Anguita, se ha quedado sin programa, sin Anguita y sin los dirigentes de la formación madrileña, que no les ha quedado otra que dimitir en bloque tras la debacle de las pasadas elecciones municipales. Izquierda Hundida, perdón, Unida, ha sido fagocitada desde dentro. Los coqueteos de Tania Sánchez y Alberto Garzón con Podemos han llevado a la ruina al único partido comunista serio que había en España. Que puede gustar poco, mucho o nada. Pero nadie podrá negar que siempre defendieron sus principios a ultranza. Recientemente ha salido por televisión Gaspar Llamazares. Al preguntarle por una hipotética alianza con Ahora Madrid -con idea de salvar algún mueble-, su respuesta ha sido: «Alianza sí, integración no». Y coincido con él. Las siglas de IU no pueden desaparecer. Se deben hacer reajustes de embreadura pero sin transfiguración. Porque si dejas de ser tú, ¿ya quién eres? Jon García rodríguez