El ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ha tenido que declarar como imputado, junto a su esposa (que se negó a hacerlo) y tres de sus hijos, ante la juez que investiga el origen de la fortuna familiar.
La magistrada, a partir de que el ex presidente anunciara una fortuna oculta en Andorra, pidió información a Hacienda. Desde entonces, como una bola de nieve que crece y crece, han salido a la luz ingresos no declarados y dinero oculto.
El blanqueo de capitales y el fraude fiscal, a la vista de los hechos, no serán fáciles de rebatir. Nada fácil lo tienen los Pujol, que además de a Hacienda no ha defraudado a todos los que le teníamos por una persona honorable.
Jesús Martínez Madrid