Por segunda vez, el Senado de Kenia está considerando un proyecto de ley de “salud reproductiva” que promovería el aborto, pondría en peligro los derechos de conciencia de los profesionales de la salud, y consagraría en una ley un derecho a la tecnología reproductiva asistida, incluyendo la subrogación.
Los promotores del aborto, como el Centro para los Derechos Reproductivos, afirman que las leyes de Kenia que restringen el aborto, la prevalencia de actitudes conservadoras y el estigma alrededor del aborto, están condenando a muerte a las mujeres. Un reciente artículo de Reuters promovía el mismo relato citando una estadística frecuentemente citada que dice que en Kenia, el 35 por ciento de las muertes maternas son causadas por “aborto inseguro,” comparado con un promedio global mucho más bajo.
Mientras que los estudios individuales pueden ser criticados por el tamaño de su muestra o su metodología, se acepta generalmente que tener datos más recientes es mejor. La cifra del 35 por ciento, la cual citaba Reuters de un reciente informe del Centro para los Derechos Reproductivos sobre Kenia, mencionaba datos de encuestas de 1998, lo cual está más de dos décadas anticuado.
Una investigación sobre muertes maternas en Kenia dirigida por el ministerio de salud del país encontró que sólo el 8,3 por ciento de las muertes maternas eran debidas a “resultados abortivos”, lo cual incluye abortos naturales espontáneos así como los inducidos. Esto es consistente con una revisión publicada en The Lancet por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual estimaba que, globalmente, las complicaciones de abortos y abortos naturales contabilizan un 7,9 por ciento de las muertes maternas.