Cartas al director
La obra bien hecha
Sr. Director:
Con demasiada frecuencia nos quejamos de los trabajos mal hechos, de las llamadas chapuzas, que nos presentan la tele y los periódicos.
Estas obras mal hechas tienen forma de corrupción o enriquecimiento ilegal, las explosiones de odio con la religión y la falta de respeto de respeto a la dignidad de la persona, como los abucheos.
Tanto padres como profesores pueden decidirse a educar a sus hijos o alumnos en la realización de la obra bien hecha, bien terminada.
Cada chico es una persona con toda su dignidad que debe recibir una educación personalizada en la que se favorezca la tendencia universal hacia el bien, y la perfección de las capacidades específicamente humanas que son la inteligencia y la voluntad.
Con el ejercicio de estas capacidades el hombre actúa y realiza actividades. Pero solo lo bien hecho educa. Pero el hombre es imperfecto y realiza acciones defectuosas. El trabajo de los educadores será ayudar y orientar al educando para conseguir la obra bien hecha y colmar el anhelo de felicidad existente en todos los hombres. Cuando la persona es consciente de que ha realizado una obra buena, esto le produce alegría, porque ha sido un trabajo gratificante y a la vez suscita la alegría del éxito.
La alegría en el bien alcanzado refuerza la tendencia a la búsqueda de nuevos bienes y a la realización de nuevas tareas bien hechas y acabadas.
Si el educando recibe la aprobación y reconocimiento de los mayores esto se convierte en la mejor motivación para seguir fortaleciendo su buen camino.
Las obras que puede hacer el chico pueden clasificarse en cuatro tipos según su complejidad: obra incidental, nocional, objetivada y latente.
La obra incidental es un acto momentáneo, como abrir una puerta, ceder el paso a otra persona, escribir en silencio, leer con entonación y ritmo adecuado y moverse sin molestar a los otros.
La obra nocional es un acto o conjunto de actos que tienen como finalidad la adquisición de conceptos o pequeñas destrezas que facilitan el trabajo escolar.
La obra objetivada es un conjunto de actividades que terminan y se expresan en un trabajo material ya sea una composición escrita o una construcción plástica.
En la obra latente se expresan y realizan las grandes finalidades de la educación. Se puede concretar en el juicio acertado en el caso de la formación mental o una colaboración eficaz en el caso de la formación social.
El profesor Víctor García ha elaborado todo un Sistema de la Obra Bien Hecha que apunta a la formación de los jóvenes, a fin de que sean capaces de obrar de acuerdo con la dignidad humana y puedan alcanzar una vida de calidad.
Este Sistema está ampliamente desarrollado en el libro "La práctica de la educación personalizada", de la Editorial Rialp. Puede ser de gran ayuda para los padres y profesores interesados en este tema educativo tan importante.
Arturo Ramo García
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