Sr. Director:
El Papa ha recordado que en nuestra sociedad se está produciendo una dramática situación: el rechazo.
A este propósito ha recordado que hay un tipo de rechazo que afecta a todos, que lleva a no ver al prójimo como a un hermano al que acoger, sino a dejarlo fuera de nuestro horizonte personal de vida, a transformarlo en un adversario, un súbdito al que dominar. Y esta es "la mentalidad que genera la cultura del descarte que no respeta nada ni a nadie".
Por otro lado, el Pontífice comparaba la matanza de los niños a manos de Herodes, con los cien niños asesinados en Pakistán hace unos meses "con una crueldad inaudita". Y así, el Papa expresaba de nuevo su pésame a sus familias y aseguraba su oración por los muchos inocentes que han perdido la vida.
Así pues, el Santo Padre ha indicado que a la dimensión personal del rechazo, se une inevitablemente la dimensión social: "Una cultura que rechaza al otro, que destruye los vínculos más íntimos y auténticos, acaba por deshacer y disgregar toda la sociedad y generar violencia y muerte". Algo que se puede comprobar en numerosos acontecimiento diarios, y en concreto mencionaba "la trágica masacre que ha tenido lugar en París en los primeros días de enero". Por eso ha advertido que el ser humano libre "se convierte en esclavo", ya sea de las "modas, del poder, del dinero, incluso a veces de formas tergiversadas de religión".
Las consecuencias de esta mentalidad de rechazo se pueden comprobar con la proliferación de conflictos, "una auténtica guerra mundial combatida en etapas", ha precisado. Un ejemplo de ello es Ucrania, "convertida en un dramático escenario de confrontación y para la que deseo que, mediante el diálogo, se consoliden los esfuerzos que se están realizando para que cese la hostilidad".
Enric Barrull