Sr. Director: Se ha sabido, por la BBC británica, de las cartas de San Juan Pablo II y la filósofa Anna-Teresa Tymieniecka. Karol Wojtila estaba dotado de extraordinaria simpatía y de una humanidad muy rica, que le llevaron a excelentes amistades. El arzobispo polaco  Józef Michalik dijo: "tenía una alta opinión de todo el mundo y sentía añoranza por las personas". Wojtila trató a muchos jóvenes, ellos y ellas, y fue, siempre, un amigo leal. La Dra. Anna- Wanda Poltawska, psiquiatra,  en su libro "Diario de una amistad", cuenta  su relación con el Papa Magno. Amigo, también,  de Anna-Teresa Tymieniecka, ésta donó sus cartas a la biblioteca Nacional de Polonia. El Papa Francisco ha comentado: "Yo conocía esa relación de amistad del papa San Juan Pablo II y esta filósofa cuando estaba en Buenos Aires. Era una cosa que se sabía incluso en sus libros. No  hay nada malo en tener una amiga con la que hablar. Miren las cosas de otro modo. Una amistad con una mujer no es pecado; otra cosa es "una relación amorosa con una mujer que no sea tu mujer, eso es pecado". Un Pontífice "tiene un corazón y puede tener una amistad sana con una mujer. No hemos entendido el bien que una mujer puede hacer a la vida del cura y de la Iglesia, en un sentido de consejo, de ayuda, de sana amistad. Yo por experiencia propia cuando pido un consejo, me gusta también escuchar el parecer de una mujer. Y te da mucha riqueza". Josefa Romo Garlito