Sr. Director:
La nueva exhortación apostólica del Papa sobre la santidad acerca a los católicos a uno de los grandes temas que tradicionalmente se ha planteado la Iglesia de Roma.
Una vez más, Francisco nos traslada un mensaje lleno de enjundia aunque de apariencia sencilla. Y es que la santidad ya no se presenta como una gran experiencia mística ajena al común de los mortales. El Sumo Pontífice “democratiza”, si se puede decir así, el camino de Santidad como una lucha diaria en la cual los cristianos han de actuar con coherencia y predicar con el ejemplo.