En los últimos días se han cruzado en los medios de comunicación varios informes, en apariencia contradictorios, ya que señalan que la inmensa mayoría de los españoles se sienten felices, aunque por otro lado ha crecido el número de familias que se encuentran en el umbral de la pobreza.
Un tercer informe, posterior, arroja algo más de perplejidad al haber descubierto los investigadores de la universidad de Vermont que el idioma español es el que más palabras relacionadas con la felicidad utiliza en el lenguaje común.
A la luz de estos sondeos, cabe preguntarse cómo influyen realmente en la vida de los españoles el supuesto desencanto sobre la política, los casos de corrupción, o las políticas de austeridad aplicadas para afrontar la crisis.
Suso do Madrid