Cartas al director
Los grupos LGTB presionan en el Parlamento europeo para que Bruselas influya al gobierno rumano y consiga que se prohíba un referéndum sobre la familia planteado en el país
Sr. Director:
Los pasos para llevar a cabo el referéndum se han seguido al pie de la letra; las firmas recogidas para que se plantee, han sobrepasado en mucho las requeridas por la ley.
¿Qué piden los promotores del referéndum? Algo muy sencillo y muy natural: que en la Constitución se recoja con toda claridad que el matrimonio es la unión de un hombre con una mujer, o de una mujer con un hombre, como se prefiera. Y que, sobre ese matrimonio se construya la familia y todo el derecho de familia.
Los rumanos quieren reconstruir su país, diezmado por la esclavitud demoledora de la dictadura comunista del Estado que han padecido durante tantos años; y lo quieren hacer reconstruyendo la familia. La Familia que les ha permitido vivir y gozar de un país durante siglos. Los rumanos, en pocas palabras, anhelan que las leyes civiles de su país subrayen la realidad humana de una familia que refleje la que Dios ha creado, cuando "varón y hembra" los creó, y les invitó a cuidar del paraíso y a multiplicarse.
Las uniones homosexuales son estériles de por sí. La exaltación de la homosexualidad es la tumba de una civilización; basta pensar en el suicido demográfico que necesariamente lleva consigo.
Pedro García
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