Sr. Director:
Las continuas excentricidades del ministro de Consumo, Alberto Garzón, se están dando de bruces con la realidad. Si en un momento de sospechosa lucidez, el ministro comunista inauguraba una “cruzada” contra el consumo de carne, los últimos datos del Ministerio de Agricultura indican que los españoles no están haciendo el más mínimo caso al ministro. Cada español come de media un kilo de carne a la semana y la venta de este producto se ha incrementado un 15 por ciento en el último año.
El consumo de carne no es un problema que merezca una política de Gobierno. España sigue siendo el segundo país europeo que menos carne consume de Europa. Pero tampoco estamos a la cabeza del veganismo, colectivo que solo representa el 3,7 por ciento. Tal vez esto es lo que provoca al citado ministro a decir las barbaridades en la prensa internacional sobre la producción de carne y el bienestar de los animales en España.