Sr. Director:
Ya tenemos en marcha la segunda moción de censura contra el Gobierno del Presidente Rajoy; esta vez presentada por el Partido Socialista.
Vivimos momentos muy delicados en los que está gravemente amenazada la unidad de España como nación y a la Izquierda de este sufrido país solo se le ocurre una moción de censura para derribar el gobierno. Y todo bajo pretexto de una sentencia condenatoria a pagar una multa en un caso de corrupción; multa que no se habría producido, si no existiese la Ley Orgánica 7/2012 de 27 de Diciembre promovida por el propio partido que ahora, ¡es condenado!; y que instó su aprobación en la lucha contra la corrupción. Y además por unos hechos sucedidos entre 1999 y 2005.
Pero vamos al hecho de la moción de censura en sí:
Artículo 113
1. El Congreso de los Diputados puede exigir la responsabilidad política del Gobierno mediante la adopción por mayoría absoluta de la moción de censura
Desde que se inició nuestro camino democrático actual, bajo la Constitución de 1978, la moción de censura, aunque no esté así escrito, siempre se ha estado de acuerdo en que debe ser constructiva.
La censura debe ser a la responsabilidad política que contrae en sus actos de Gobierno, el Ejecutivo correspondiente. Y la moción debe ser por actos con los cuales el Gobierno haya perjudicado gravemente el interés general de la nación. Eso da prestigio y rigor a la moción. Que además debe presentar un proyecto de gobierno mejor y más favorable. Lo contrario es usar un instrumento constitucional que debe ser para corregir, no para intentar derribar al adversario político, con fines partidistas. Esto siempre irá en detrimento del interés general de la nación.
Y así se oye, que va a deshacer y derribar todo lo que el Gobierno actual ha realizado en estos años. Y además que la presenta para devolver a la normalidad al país; cuando la primera consecuencia es la desestabilización política del mismo.
Para colmo se dice también: “Bueno aunque no se gane, eso debilita al adversario”
En definitiva: esto es una moción de censura destructiva, y solo hay que ver los comentarios que hacen aquellos que están dispuestos a aceptarla. Si saliese adelante tendríamos:
- Un Gobierno mucho más débil que el actual, más manipulable, y más fácil de chantajear.
- Si no tenemos bastante con el veneno independentista catalán que inoculó el expresidente Zapatero, de mal recuerdo, y las consecuencias subsiguientes; dispararíamos hacia la misma senda a la región vasca. No hay más que ver el infumable estatuto que están preparando PNV y Bildu.
- Volveríamos a la ruina económica en la que nos dejó dos veces el PSOE. La primera tardó 14 años, la segunda, 8; en esta tercera no creo que tardase ni un año.
- Los pocos valores que quedan en pie en nuestra sociedad; serían machacados con las consecuencias derivadas.
- Ahora sí tendría todas las papeletas para que se cumpliese la profecía lanzada una noche de Noviembre de 1976, cuando se decidió que la izquierda tendría que gobernar España de forma hegemónica: “Vamos a sentar a una mesa bien provista a unas personas hambrientas, no muy bien educadas; que se pueden comer de mala manera la comida, romper los platos y acabar destrozando la mesa. Ese es el peligro que corremos y que correrá la nación, que no sepan responder a la generosidad e incluso que sean desleales a lo que se va a poner en sus manos”.
- Es una moción que no tiene más que un objetivo, volver a coger el poder la iIzquierda. Siempre lo hizo de manera traumática. Y en la actualidad no tienen ni ideas ni programa claro. ¿Qué es eso de revitalizar las políticas sociales? Los presupuestos que se han aprobado hace dos días son los más sociales de la historia de nuestra nación: de acuerdo con nuestras posibilidades reales. Al socialismo en toda Europa, le han robado su banderín más preciado: las políticas sociales.
Y a Ciudadanos, le aconsejaría: prudencia. Que tenga cuidado con “los cantos de sirena”. Que se vuelque junto con el PP en estabilizar Cataluña, conseguir el Gobierno de esa comunidad, como tema prioritario; y ayudar a la estabilidad de España. Trabajar para fortalecer su partido y ya llegará su momento. Es quien tiene que sustituir a la izquierda como alternativa, no a los conservadores. De lo contrario, se puede llevar una sorpresa.