Sr. Director:

Todo esta descompuesto, en lo político, en lo económico, en la familia, en la sociedad, etc. y lo más grave en la Iglesia católica, mundanizada, desacralizada: lo sagrado de mano en mano, la divina eucaristía se da como si fuesen galletas. Ya nadie se arrodilla, lo sagrado ha quedado reducido a un resto. Dicen: esta es tu iglesia y piden economicamente para su sustento, pero yo soy anciano y esta no es mi iglesia, la desunión dentro de ella es clara y manifiesta. Moriré sin poder comulgar de rodillas y en la boca, pero no pienso renunciar al amor y adoracion que tengo a Jesucristo, Dios y hombre verdadero y vivo y presente en la divina eucaristía.