Sr. Director:
Después de un largo ominoso olvido, e injusto silencio, de descalificaciones por odio, mentiras, basados en la Leyenda Negra: la Inquisición y la expulsión de los judíos, la beatificación de Isabel la Católica, ha entrado en estado de espera, en manos del Papa argentino quien ha animado a la Conferencia Episcopal España a lograrla. Como un responsable del proceso de beatificación de Isabel la Católica J.L. Rubio Willen, quien se convirtió a la iglesia católica por la intercesión de Isabel la Católica, se va a beatificar la reina más grande de la Historia Universal. Efectivamente no hay ninguna otra mujer como ella, aunque ha habido otras reinas santas. Con Isabel cambió la historia y se entró en la época moderna -LA PRIMERA GLOBALIZACIÓN-. Ella cambió los mapas que entonces había y su misión pasó a llevar al Nuevo Mundo la Evangelización, por la que los indígenas americanos en menos de dos generaciones pasaron del neolítico al Renacimiento). Mientras en otras colonias de países extranjeros tardaron más de siglos.
Isabel la Católica fue una gran mujer con la verdad por delante. No tenía doble vida, mujer de una sola pieza. Profundamente religiosa, hizo compatible su profunda religiosidad, con la gran política y la cultura. Según escribía el cronista Anglería con entusiasmo: “ (..) leemos en historia ejemplos de hombres justos, fuertes, dotados de virtud, incluso sabios. Pero ella Isabel ¿Quién me encontrarías, tú entre las antiguas de las que empuñaron el cetro, que hayan tenido juntas en las empresas de altura estas tres cosas, gran ánimo para emprenderlas, constancia para terminarlas y juntamente decoro y pureza. Pero esta mujer es fuerte más que el hombre, constante como ninguna otra alma humana, maravilloso ejemplo de pureza y honestidad” Otro cronista afirma: “Bien se puede con verdad decir que, así como Nuestro Señor quiso en este mundo que naciese la gloriosa Señora Nuestra y de ella procediese Jesucristo, el universal Redentor, así determinó que vos, señora, nasciésedes para reformar restaurar estos reinos y sacarlos de la tiránica gobernación en que largamente han caído”.
Para Isabel la Católica la cultura humanista siempre fue un objetivo prioritario y aglutinador de su gran imperio, el que con Felipe II llegaría a ser el más extenso de la Historia. Era propietaria de una biblioteca magnifica por la cantidad de volúmenes 723 de diferentes materias: Teología, Filosofía, política literatura piadosa y mística, con autores tan importantes como Aristóteles, Séneca Tomás de Aquino o San Agustín. Exigía a las damas de la corte, como sus hijos tuviesen gran afición por la lectura. Para la gran reina la educación era un elemento fundamental y básico para la pervivencia del Reino. Fundó una escuela en el Palacio Real para que sus hijos y los nobles no anduviesen ociosos en bailes y cacerías.