Sr. Director:
Generaciones y generaciones esperaron la venida del Mesías anunciando por los profetas, el Salvador del mundo y no pudieron ver su venida. Millones y millones posteriormente, han visto cumplido el Mensaje, nació el Mesías, el Salvador, y nosotros somos unos privilegiados, pues seguimos el ejemplo de tantos millones que nos han precedido, pobres, ricos, reyes, sabios, ignorantes, etc., que consideraron a Cristo, nacido en un establo, como su Dios y Salvador. Pero este Salvador no nació en un palacio, ni vivió en la opulencia, su Reino no era de este mundo, pues Dios nos ha creado para la eternidad y nos envía a su Divino Hijo para que compartiendo nuestra propia naturaleza humana unida a su Divinidad, nos abrió las puertas de la eternidad.
No sé que virus les ha entrado a muchas personas, que reniegan de su Fe, que se hacen insensatos, pues renuncian a la Luz y se sumergen en las Tinieblas. Espero que esto sea como un sarampión que se curará. En aquel establo estaba la Paz, La Alegría, el Gozo, la Esperanza, la Ilusión y sobre todo se mostraba el Amor de Dios por el hombre, hecho a su imagen y semejanza, para que gozo de su presencia en el cielo. ¿Nos damos cuenta de que somos unos privilegiados? No nos dejemos engañar por los cantos de la sirena; son unos pobres esclavos, que Dios se apiade de ellos. FELIZ NAVIDAD.