Sr. Director:
La carencia de agua tiene un importante impacto en sectores clave de la economía, como el turismo y, especialmente, la agricultura y ganadería, además del problema abastecimiento doméstico. El Gobierno de España no se puede mantener al margen de una emergencia que trasciende a las comunidades autónomas afectadas. En algunas zona de Cataluña la situación empieza ser grave, entre otras razones porque es obligado activar los mecanismos de solidaridad regional con un Plan Hidrológico para el medio y largo plazo.
La respuesta para el mundo agrícola pasa por los trasvases y la regeneración de aguas residuales. Además de potenciar las plantas desaladoras y de exigir a los ayuntamientos inversiones para mitigar las pérdidas en las redes de abastecimiento. Estas medidas deberían formar parte de un Pacto de Estado del agua que incluya un proyecto de educación de la conciencia ciudadana sobre el uso responsable de un bien tan escaso como necesario, el agua.