Sr. Director:
A algunos les molestó la homilía del obispo de Huelva en la Misa de Pentecostés en el Rocío, en la que, ejerciendo su derecho pastoral a orientar a los católicos ante las próximas elecciones andaluzas, ciñéndose a la reciente nota de los Obispos del Sur sobre determinados principios morales en coherencia con la fe católica.
Al parecer, lo que algunos esperaban oír del obispo era la proclamación de las bondades del aborto, la eutanasia, el matrimonio entre personas del mismo sexo, el adoctrinamiento en la ideología de género, etc. Pero no; el obispo recordó los principios sobradamente conocidos por los católicos que conocen las exigencias de su fe en el ámbito político. Y si sus palabras pudieron sorprender a algunos, sería a quienes confunden el Rocío con un cachondeo lúdico festivo con la Virgen como excusa y les sobra el irrenunciable carácter religioso de la romería.
Una romería en la que, por cierto, si ya encontramos cosas que dejan que desear, pavor da imaginar en qué se transformaría y dónde y cómo acabaría la Virgen, si algún mal día perdiera la tutela de la Iglesia y de las Hermandades, cayendo en manos de todos esos que reivindican un Rocío interpretado exclusivamente en clave materialista y como ejemplo de la toma del poder por las masas populares, etc., etc.
Esos experimentos, que los hagan con la gaseosa de sus efluvios progresistas.