Sr. Director:
Desde que en 2009 terminara una cruenta guerra civil, Sri Lanka no sufría algo similar, esta vez ha sido en una cadena de atentados, otra vez preparados minuciosamente, tanto por la fecha como por los lugares elegidos, aunque lo cierto es que los ataques contra las minorías religiosas se han continuado produciendo. La población cristiana, muy activa en el país, supone tan solo un 7,4% de la población, en un contexto complejo de etnias y religiones donde los budistas son el 70%, los hindúes el 15% y los musulmanes el 11%.
Como ha señalado el Papa Francisco, la Pascua nos debe llevar a dirigir la mirada especialmente a tantos lugares en el mundo donde los extremismos violentos siembran destrucción y muerte, a denunciar la sinrazón cada vez que se produzca y a acompañar en la oración, en esta ocasión particularmente a los hermanos de Sri Lanka que hace tan sólo unos días han sido golpeados por la barbarie.