Sr. Director:
La situación actual no se puede solucionar cerrando los templos como pretenden los políticos, sino abriéndolos. Lo mismo que abren los supermercados para que los ciudadanos adquieran los alimentos necesarios para su sustento, igualmente se necesita que estén abiertos los templos, por que no solo de pan vive el hombre, para recibir su alimento espiritual. Los datos son alarmantes y la situación no parece que se vaya a solucionar pronto, pues la causa de esta gravedad, seas creyente o no, es el pecado. En lugar de implorar el auxilio de Dios para vencer esta situación, lo eliminamos y por tanto la sociedad se ha ido deteriorando de tal manera en el sentido moral y religioso, que esto solo se pueda solucionar con una intervención divina. Leo un comunicado del Obispo de Santander, ante las normas establecidas por el Gobierno Regional, que comparto. Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. Hemos llegado a una situación con una presión diabólica insoportable, agobiante, y tenemos que enfrentarnos a él radicalmente, no podemos andar con posturas ambiguas, esta situación, que yo sepa, nunca se había producido en el mundo occidental, es decir el mundo cristiano, que no solamente ha apostatado sino que además lucha para exterminar la Religión Cristiana. Si esto no es el “Fin de los Tiempos” ¿Qué es? El que perseverare hasta el fin se salvará-