Sr. Director:
La "partidocracia electoral" siempre està lista para continuar estafando la fe pùblica. Sus presuntas reivindicaciones no son otra cosa que amañadas apelaciones por necesidades, ansiedades, inseguridades e incertidumbres, imposibles de corregir en los breves plazos durante los cuales los disertantes prometen ejercer la representaciòn de los votantes. Asì se presentan, con tonos dispares, desde incipientes y hasta radicales soluciones como propuestas para mejor vivir (que terminan resultando, màs bien, causa de muerte). Se suprimen costumbres, tradiciones y valores que la cultura occidental logrò internalizar mediante la educaciòn y la conciencia social con excusas de evoluciones "progresistas".
Desde el mundo antiguo se sabe que "mal es todo lo que destruye y corrompe, y el bien lo que conserva y aprovecha". La subversiòn y la contracultura estimuladas desde algunas facciones polìticas no pueden ser otra cosa que engaño y estafa a los pueblos. Los ocultados malos resultados se hacen evidentes y se proyectan temerariamente.