Sr. Director:
Salvo a Podemos y a su jefe Pablo Iglesias, que son los grandes triunfadores, a la inmensa mayoría de los españoles incluidos los políticos, los empresarios, los banqueros y hasta muchos votantes socialistas, preocupa gravemente la situación a la que Pedro Sánchez puede llevar a España.
Una de las grandes carencias de nuestra democracia es, paradójicamente, la falta de democracia interna en los partidos políticos. Quien consigue alzarse con el liderazgo será el candidato y, a poco que le vaya bien en los comicios, ostentará todo el poder del partido, tendrá en su mano la confección de las listas, designará candidatos a alcaldías y presidencias autonómicas y, lo que es más preocupante, laminará a quienes mínimamente cuestionen sus decisiones o pongan en tela de juicio sus opiniones.
Los congresos y las primarias, no dejan de ser algo perfectamente controlado por el líder de turno - que raramente encontrará contestación- y las tan cacareadas consultas a las bases, son más bien una especie de circo, incluido el número de los payasos, que suele ser una especie de relleno entre domadores y contorsionistas.
Los llamados barones no escapan a ese control y, aunque en privado se desahoguen, en público permanecen sumisos al líder, unos por miedo y otros por precaución y callan o se justifican con declaraciones ambiguas y efervescentes que para nada sirven y en nada modifican la situación.