Sr. Director:
Ha visitado España el Jefe de Estado y presidente de Gobierno de la mayor y más poderosa dictadura actual del mundo. Pura dictadura de las que encarcela y ejecuta a los disidentes, y prohíbe y limita el ejercicio de derechos y libertades fundamentales, incluyendo la libertad religiosa de los católicos, pese a que el Vaticano acabe de pasar por el aro del Gobierno chino en algunos de sus dictados. Sin embargo, a este gran dictador lo hemos recibido con delicada alfombra roja y sin manifestación alguna de esas tan escandalosas e incendiarias que dejan al visitante con la idea de que su presencia no gustó a todos. ¿Y a qué se debe esta ausencia de la habitual protesta? Pues a que China es una dictadura comunista; y como los comunistas son los amos de la pista y directores de orquesta de todas las “libres” reacciones populares, no iban a tirar piedras contra su propio tejado. Y también, a que además de contar con mil cuatrocientos millones de habitantes, se trata de una poderosísima potencia económica capaz de llenarle los bolsillos a muchos. Decía Quevedo hace unos 400 años: “Y pues quien le trae al lado es hermoso, aunque sea fiero, poderoso caballero es don Dinero”. Lo mismo que hoy.