Hace aproximadamente un mes y medio el Gobierno rechazó que sea el momento de debatir sobre la conveniencia de subir el sueldo del presidente o bajar el de los secretarios de Estado.
Esto último es lo que defendió Pedro Sánchez, el Secretario general del PSOE, en el Congreso de los Diputados. Es la consecuencia de que se haya puesto en marcha el portal de transparencia.
Los sueldos de la Administración General del Estado y de los políticos no son una cuestión decisiva en este momento. Es razonable pensar que el salario del Presidente del Gobierno y de los ministros se actualice al alza, pero no es una urgencia. Otra cosa diferente es lo que sucede en una minoría de ayuntamientos y de diputaciones provinciales donde las cosas están algo descontroladas.
El debate sobre la remuneración de los políticos ha crecido con la preocupación sobre la corrupción. Es lógico que queramos saber cómo se emplea nuestro dinero público. La transparencia es necesaria, pero cierto maniqueísmo está difundiendo la idea de que todo lo que tiene ver con los políticos es malo.
El ascenso del populismo es una señal de alarma a la que hay que prestar atención. Se ha abierto una fosa entre las instituciones y los ciudadanos. Y de lo que está pasando somos responsables todos: los partidos por haberse encerrado en un mundo autosuficiente y los ciudadanos que hemos ignorado nuestro compromiso con el espacio común. No se trata de distribuir culpas sino de desarrollar una cultura de la responsabilidad hacia lo público.
Pedro García