El unánime reconocimiento, según las últimas investigaciones demoscópicas, de la persona del papa Francisco como la más valorada por los españoles, incluso por delante del rey Felipe VI, pone en evidencia la capacidad del pontífice para interpelar a la conciencia de una sociedad que busca referentes y que destaca a quien ofrece testimonios públicos de coherencia entre lo que afirma creer y el modo de vivirlo.
La percepción del liderazgo ético del papa Francisco está relacionada con su empeño en la reforma de la Iglesia y en la lucha constante por un mundo más justo y solidario, basado en la fraternidad y no en la esclavitud.
Jesús Domingo