Sr. Director:
Asisto algo perpleja al debate sobre la formación en bachillerato de la Princesa de Asturias. Antes de entrar en mayor detalle me gustaría desmentir esa afirmación pedestre que afirma que el Rey es el mas alto funcionario del Estado. El Rey encarna la historia, la tradición de un país y con su actividad e imagen la proyecta en el mundo y hacia el futuro. La proyecta porque cree en ella y se pone a su servicio. Y lo hace de forma permanente, que para algo el cargo es hereditario. Recordemos además que es el Jefe de las Fuerzas Armadas, es decir la cabeza de los que nos tendrían que defender externa o internamente. Y contrariamente a un funcionario, entronca, por su sangre, con la nuestra, es nuestra familia. Por eso podemos opinar lo que nos de la gana. Es un vínculo orgánico el de un Rey y su pueblo. Y si no, declaremos la república para servir a los utilitarismos y al funcionariado. Representar a España es representar muchísimo. Ya no se trata solo de la representación desenfadada y de “Movida” que le pudo tocar encarnar a Juan Carlos I, más circunstancial que esencial. Se trata de representar a la Hispanidad y a lo que eso significa, o ha significado en la Historia. Y sigue significando mucho, aunque no nos lo creamos, no en vano Samuel Huntington nos hizo el honor de considerar el Hispanic Challenge un peligro para el dominio de la anglosfera. No solo The Clash of Civilizations sino The Hispanic Challenge. Altísimo honor. Esa Hispanosfera o Iberosfera es el territorio que puede acompañar como un halo a nuestra futura Reina, más allá de las consabidas Cumbres Iberoamericanas. 600 millones de personas que hablan español y que responden al Hispanic Challenge. El que nos permite integrar facilísimamente a los inmigrantes iberoamericanos. En ese territorio se libra últimamente la gran batalla de la cultura de la muerte, con el aborto y la eutanasia como estandartes de las huestes enemigas.
Existen además instituciones académicas de tradición centenaria en el mundo. Muchas de las españolas vinculadas a órdenes religiosas. Pongamos por ejemplo a Los Jesuitas, que hasta tienen una Universidad en Nagasaki, otra en Washington. Especialistas en formar mentes, corazones y temples desde que los fundara Ignacio de Loyola. Por lo tanto hay vehículos sobrados en la Hispanosfera para promover la educación excelente, exigente, multicultural, global. Pero en el espíritu de la catolicidad, que es un ingrediente esencial de la Monarquía Española. Sin laicismos paletos, que no sé yo que la Reina Isabel II haya renunciado a ser cabeza de la Iglesia de Inglaterra para reinar sobre sus comonwelteros, algunos de ellos musulmanes. El continente entero de América de México a Tierra de Fuego hubiera sido un escenario ideal para la formación de nuestra futura Reina. La puedo imaginar en México DF, en Quito, en Bogotá, en Lima, en Buenos Aires. Y hubiera sido un gesto de afirmación cultural de la mayor importancia. Inglés ya habla nuestra Leonor, y ofimática maneja también. Pues en vez de hacer eso se ha escogido el formato Harry Potter: es decir la eterna tentación paleta de la burguesía cursi española, que son las lomitas verdes de Inglaterra y unos castilletes como “de ensueño”. Pudiendo haber escogido un claustro. Aquí se me ocurre Bolonia, por ejemplo, pero para más tarde. Esa red de colegios, UWC, Colegios del Mundo a lo Montessori, a lo antropósofo, es decir desligados de cualquier tradición cultural y de enseñanza realmente profundas, están en España presididas por el Duque de Calabria (supongo que ahora por su hijo, dado que falleció hace 5 o 6 años) y en su patronato cuentan con personas vinculadas a la Casa Real, como Aza o Fontao. Los propios Reyes de España son los más altos patronos. Eso para los que nos intentan convencer de que a la niña la ha seleccionado un algoritmo ciego. Pero es que globalmente la Presidenta del Consejo de UWC es Musimbi Kanyoro , que ha dedicado lo más extenso de su vida profesional a promover el aborto en el mundo, a través del Global Fund for Women y de la Dirección de Salud Sexual y Reproductiva de David and Lucile Packard Foundation. Salud sexual y reproductiva. Va de retro. Hace poco he leído en Hispanidad un excelente artículo sobre el uso de figuras relevantes para promover fines discutibles, como es la Infanta Cristina en ISGlobal. Y algunos investigadores, como Iván Vélez, han puesto de manifiesto que los íconos de causas globales, pueden ser marionetas de agencias, muñecos de ventrílocuos ¿Qué queremos que encarne la Princesa de Asturias? ¿El espíritu de los colegios UWC? ¿O la Hispanidad?