El replanteamiento necesario para recuperar la verdadera naturaleza y funciones de la Universidad, pasa por ponerla al servicio del hombre y renunciar a utilizarla como instrumento ideológico.
Pasa, por tanto, por recuperar la cultura del esfuerzo y dejar de nadar en un océano de mediocridad, confundiendo igualdad de oportunidades con igualitarismo. Y pasa también por dignificar y potenciar la formación profesional como salida de futuro para muchos alumnos.
Urge hacerlo, porque lo que la Secretaria de Estado de Educación define como "ecuación imposible" es el reconocimiento implícito de un fracaso colectivo y de una gran emergencia educativa.
Jesús Martínez Madrid