El Ministerio de Asuntos Exteriores convocó, a finales de mes pasado, al embajador de Venezuela en Madrid, Mario Isea, para trasladarle el malestar del Ejecutivo por los inaceptables insultos contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, vertidos, una vez más, por su presidente, Nicolás Maduro.
No es la primera vez que se convoca al embajador por la actitud impresentable del líder bolivariano, sin que cause el menor efecto en un individuo incapaz de atenerse a los usos diplomáticos más elementales. Se imponen respuestas más contundentes. Sería mejor se dedicara a solucionar los graves problemas de su país.
Xus D Madrid