Sr. Director: Rita Maestre, portavoz del gobierno municipal de Madrid, participó recientemente en un coloquio celebrado en el Club Siglo XXI junto a otros representantes de partidos políticos. Como parece que entre el público abundaban simpatizantes del PP y no muy afines al color político de la portavoz, fueron notorias las muestras de aprobación o desaprobación tras cada intervención. Ante esto, Dª Rita comentó al representante pepero en voz baja (pero captado por un micrófono abierto): «¿Podías pedirle a tu gente que se comportara?». Y más tarde, como alguien del público riese cuando ella hablaba, le espetó muy molesta: «No es gracioso que usted se ría». Fantástico. Porque ¿acaso hablamos de la misma Rita famosa por asaltar irrespetuosa y procazmente una capilla universitaria junto con sus amiguitas, cantando «Arderéis como en el 36», «Vamos a quemar la Conferencia Episcopal», etc.? ¿La misma que pertenecía a la asociación universitaria Contrapoder, conocida por organizar escraches intentando impedir la libertad de expresión en la universidad? Pues sí, la misma. Pero transformada en delicada damisela tremendamente afectada, y no porque asalten su ámbito más sagrado o intenten impedir que hable. No. Es que alguien rió ante una de sus intervenciones. Para que luego digan que no funciona bien la ley... del embudo. Miguel Ángel Loma Pérez