Sr. Director:

Nadie duda ya del totalitarismo de nuestro Presidente del Gobierno. Desde el origen de su actividad política se le veía la propensión de hacer siempre su voluntad al frente del Gobierno y disponer del control de todos los organismos públicos para que nadie le reprochara su actitud. Y para evitar que la oposición le censurase su proceder, se anticipó a criticar, ofender y reprobar la conducta de esa oposición, apropiándose del cometido que es propio, en todas las democracias, precisamente de la oposición. En ningún país democráta, el gobierno se ocupa en censurar la labor de la oposición, siempre es al revés. Cada día se parece más al dictador Nicolás Maduro.

Para corroborar su absolutismo, días pasados expresó su intención de mantenerse en el poder: "3 años más, sin el concurso del Legislativo". Y de nada sirve que el PP clame contra la amenaza de ignorar al Parlamento, así como que el pueblo le exija un respeto. Sánchez carece de ética democrática y tiene mucho tic autoritario.

Son unos 50 Organismos Públicos los que ya controla nuestro Presidente, en los que ha colocado personas de su confianza: con este dominio en la estructura del Estado, ¿quién podrá toserle? Así se porta, no da explicaciones de sus presuntas corruptelas, la de su mujer, las de su familia, etc. No le importa "vender" España a los que tanto la odian, como son los independentistas, acabar con el Estado de Bienestar que teníamos y tantas otras maldades para con el pueblo español. Es muy deplorable tener un gobernante que sólo se ocupe de él mismo, de mantener el poder y de acosar a todo aquel  que censure su penosa actitud.