Sr. Director:
Se especula mucho sobre el acuerdo entre el socialismo de Sánchez y el comunismo de Iglesias para formar en España un gobierno de coalición; se elucubra sobre las exigencias de uno y las cesiones de otro; se comentan las ambiciones de ambos y hasta se critica el mercadeo que se traen con los ministerios y con las competencias de cada cartera. Todo más que preocupante y el principio del insomnio del 95% de los españoles, según los cálculos del responsable de llegar a un gobierno socialcomunista, más o menos inédito en la Europa actual.
Pero por muy crédulo e incluso bienintencionado que se sea, es difícil dar crédito al perdón y al olvido entre quienes hace pocos días se vetaban, se insultaban y se echaban en cara todo tipo de reproches.
Por muy hipócritas y mentirosos que sean (y lo son) ambos protagonistas, hace falta mucho desparpajo para pasar del “Pedro me ha engañado y no me fío de él” y del “no podría dormir con Pablo en el gobierno”. Aunque en algunas zonas se han producido inundaciones ha llovido más bien poco desde los vetos a los insultos y de las descalificaciones a la cal viva.
¿Alguien se cree que han cambiado las respectivas opiniones? ¿Alguien se cree que Iglesias se fía de Sánchez? ¿Alguien se cree que Sánchez está tranquilo con Iglesias en el Consejo de Ministros? ¿Alguien cree en la sinceridad del abrazo?