Sr. Director:
Una tentación poderosa hoy, ha advertido el Papa Francisco, es la de no salir al encuentro de los otros, contentándonos con encuentros virtuales, con buscar la visibilidad en lugar de lo verdaderamente revolucionario que es buscar a los invisibles: buscar los rostros de los demás, arriesgándose, teniendo la valentía de no quedarse sentados en el sillón, aislados.
Por eso el Papa ha insistido en la novedad de ser joven, que entronca de manera natural con la buena noticia del Evangelio. Siempre joven; una juventud que, ciertamente, se puede malgastar, pero que se torna luminosa cuando entiende la vida de forma esperanzada, como un auténtico servicio al otro, y le valora siempre por lo que es en sí mismo y no por lo que tiene o por su apariencia.