Sr. Director: Un caprichoso adolescente, como Pedro Sánchez, nos tiene en jaque a toda una nación, esperando que alguien le haga comprender que no se puede actuar así. ¿Qué podemos esperar de alguien que desdeña a España y a los españoles, que solo mira para sus adentros, que hace todo lo posible por alzarse con el poder, bien en su partido, bien en el gobierno de la Nación? Demasiado sería concebir otra cosa de un inane personaje, inmaduro en materia política, capaz incluso de aliarse con "el diablo" para intentar doblegar al adversario, ya que de otra forma no puede. Tres son las opciones que le asignan los comentaristas políticos; pero, ¿no puede tener él en la manga una cuarta? Sinceramente, no le creo con capacidad para inventarse otra alternativa. Sus caprichosos <>, cual desahogo de un niño encabritado, son muestras de esa insensatez, perfectamente mezclada con su carencia de filantropía. Entre las opciones que se manejan, una es la de aceptar una coalición para sacar al País del atolladero en el que se encuentra; conseguir un gobierno estable y dar satisfacción al pueblo que ya se ha pronunciado dos veces. Pero ¿alguien ve en el señor Sánchez un mínimo de generosidad para satisfacernos a los ciudadanos? Desgraciadamente no, y pidámosle a Dios que nunca nos gobierne un egoísta semejante. Ni siquiera sería capaz de aceptar una abstención que permitiese gobernar sin su apoyo. Otra opción sería la locura de aliarse con lo peor del espectro político, con los radicales de la ultraizquierda, los descendientes de Chávez y Maduro, los delincuentes y corruptos desde antes de gobernar nada. A ellos tendría que añadir independentistas, antisistemas, terroristas, etc. ¿Sería capaz este irresponsable de Sánchez, de tomar este camino? Dada su baja calificación moral e intelectual, pudiera ser, pero pienso que no le dejarán hacerlo sus compañeros de partido. La tercera alternativa, que parece ser la que don NO quiere tomar, es acudir a unas terceras elecciones, habiendo perdido más de un año para nada y humillando aún más a su partido, pues su incapacidad para este mundo de la política es captada por los votantes y su retroceso se acentúa día a día. Pero, por favor, dinos ya ¿qué es lo que quieres señor Sánchez? P. E.