Sr. Director:
En los últimos años hay quien ha querido poner en cuestión el papel del rey emérito en los acontecimientos del 23 F de hace cuarenta años. Es pura ficción. Sin la intervención de Juan Carlos I aquella noche, al ordenar a los partidarios de la insurrección que obedecieran a la Constitución, la historia habría sido muy diferente. Decenas de mandos militares se pusieron del lado de la democracia porque el Rey les ordenó que lo hicieran. A cada uno lo suyo, y es de justicia reconocer la aportación que hizo el monarca para que la transición de la dictadura a la democracia se cerrara con éxito. Algo que no podía darse por descontado.