Sr. Director:
Con frecuencia se suele hablar, no sólo en los medios de comunicación sino también en círculos intelectuales y universitarios, así como en los análisis que llevan a cabo los obispos y sacerdotes, que la baja participación en los actos de culto y del desinterés manifiesto por todo la relacionado con la educación y formación religiosas de los españoles en general y de las nuevas generaciones en particular, se debe principalmente a lo que se ha llamado teoría de la secularización, tal como fue expuesto hace años por el sociólogo de la religión Peter L. Berger; para este autor hasta hace poco, parecía muy claro que la modernidad nacida con la Revolución y posterior Ilustración francesas, era la principal causa y retroceso de la Religión en las sociedades occidentales. Este tópico era de dominio público; en cualquier foro universitario e intelectual, en el que se analizase el fracaso de la religión en la sociedad moderna: es decir a más modernidad menos religiosidad. Para casi todos los medios la única información importante relacionada con la religión en España estaba relacionada con algunos casos de indignidad de algunos sacerdotes en relación con abusos de menores. Los medios de comunicación anticatólicos, utilizaban y usan algún caso para atacar a la Iglesia Católica y especialmente a los sacerdotes, la inmensa mayoría honestos pastores y a los que se han sacrificado con el escarnio y la sospecha. Resulta muy sospechosa y reaccionaria la actitud de ciertas fuerzas políticas e ideológicas laicistas contra la labor pastoral y evangelizadora de la Iglesia Católica a la que quieren amordazar con el pretexto de los casos de abusos de menores, cuando es la Iglesia la institución más comprometida en reconocer y erradicar los fallos de algunos miembros indignos, mientras que ante otros casos más numerosos y clamorosos se extiende una capa de silencio cómplice. Los ataques continuos contra personas, bienes y edificios religiosos son una prueba de que la Iglesia pese a las persecuciones latentes y evidentes sigue cumpliendo el mandado de Jesucristo, predicar la llegada del Reino de Dios.
El mentor de la teoría de la secularización, Peter Berger, después de 25 años de investigación afirma que la teoría de la secularización es empíricamente insostenible, que le secularización no es fruto de la modernidad, pues la religiosidad no sólo no ha desaparecido, sino que ha aumentado, excepto en Europa y en ciertos ambientes políticos e intelectuales. Para Peter Berger la secularización modelo europeo no es la única forma de modernidad, porque existen otras modelos en los que la religión tiene un puesto más destacado e importante. Tal es el caso de los EE.UU sociedad profundamente moderna y de gran vitalidad religiosa. Para gran analista sociológico de la Religión, hay que buscar nuevo paradigmas que sustituyan al de la secularización, este puede analizar la religión en una época de pluralismo en el que el discurso secular y religioso non se oponga sino se complementen. La religión ni se puede imponer por la fuerza, ni erradicar por violencia o persecución, como practican los fundamentalismos de todas las tendencias: la libertad religiosa es el primer derecho fundamental en una época pluralista, que respete los derechos fundamentales.