Sr. Director:
Mi esposo y yo, Sr. Rajoy, somos votantes del PP -antes AP- desde nuestra más tierna infancia política.
Y ello, porque el Partido tenía su fundamento en principio lo más próximos a los nuestros, no obstante, salía de vez en cuando alguna voz discordante.
Tras más de 40 años, en estos últimos el PP ha ido derivando hacia espacios más propios de otros, desdibujando su razón de ser inicial con la intención -supongo- de pescar en caladeros ajenos. Visto lo visto, hay que concluir que no pescó nada “allí” y perdió gran parte de los suyos.
Sr. Rajoy, nadie puede negar su éxito en la economía de España, pero no se mantiene la hegemonía de un Partido solo con la economía. Vuelvan Vds. a sus orígenes, afronten sin miedo la regeneración de la sociedad con defensa del matrimonio y la familia, de la vida del no nacido, de la dignidad del ser humano nacido hombre o mujer…