Más allá de los legítimos intereses de partido, pienso que el interés prioritario es España.
Por eso me parece que hace bien Susana Díaz en posicionarse sin complejos en este punto, al menos así lo mostró tras su entrevista a finales de año con Rajoy.
Manda un aviso a navegantes dentro de su propia casa y contribuye a normalizar las relaciones con el Gobierno de la Nación, porque el objetivo, con el horizonte electoral tan decisivo que se avecina, no debe ser sostener ni sacar pequeñas ventajas del río revuelto.
Lo que está en juego es de más largo alcance y pasa por afrontar conjuntamente una regeneración moral que permita recuperar algunos consensos básicos y con ello recuperar también la confianza perdida por parte de muchos ciudadanos.
Suso D.