Sr. Director:
Resulta inadmisible –y no quito ni una letra, porque es una demagogia insultante– que en Baleares argumenten que “no hay una demanda real” de educación diferenciada. Afirmar eso es tratar como inexistentes o estúpidos a los padres que allí, ahora, la quieren y optan por ella.
Hay una demanda real, en Baleares y en toda España, en miles de familias que quieren educación diferenciada. Leía no hace mucho que en torno a 170 centros de educación diferenciada hay en España, pese a la asfixia a la que se le viene sometiendo desde los partidos de izquierdas, y alguno que no se sabe si es de izquierdas o derechas, o simplemente según le conviene o según los líderes.
En coloquios sobre la enseñanza es imposible que no se toque el tema de la educación diferenciada. Lo asombroso es que, a la hora de argumentar, los que están en contra se quedan casi mudos, aludiendo a falsas segregaciones o discriminaciones. Se recuerda que hay centros de educación diferenciada en Estados Unidos, Alemania, Australia… sin la asfixia que hay en España: en este asunto no se tiene en cuenta lo que hacen otros países, ¡y que hay centros públicos de educación diferenciada, dato que se esconde sistemáticamente!
Hay estudios y opiniones de pedagogos experimentados que defienden la enseñanza mixta, enumerando las ventajas e inconvenientes de la mixta y de la diferenciada. Y otros defienden el mayor valor de la diferenciada. Son respetables los argumentos y me reafirman en la opción por el pluralismo y la libertad.