Sr. Director: El cierre de fronteras ante los que tienen derecho de asilo, en nombre de la lucha contra el terrorismo, es una decisión que genera una perversa confusión entre víctimas y verdugos. El Daesh es el verdugo, las víctimas son los sirios y los iraquíes que huyen de la guerra. El terrorismo islamista es un fenómeno global. No estamos ante una guerra entre países occidentales cristianos y países de mayoría musulmana. Occidente ha exportado yihadistas a Siria y a Iraq. En las iglesias profanadas por el Daesh, en las cercanías de Mosul, hay pintadas en alemán y en inglés de terroristas que han llegado de Europa. Esos terroristas pueden intentar colarse entre los refugiados, para evitarlo están los servicios de inteligencia. Pero estigmatizar a todo los que sufren la violencia como presuntos violentos, es profundamente deshumano. José Morales