Sr. Director:
Hay que subrayar la suerte que tuvimos los españoles con el coronavirus; o mejor dicho, con el momento en que nos ha afectado. Nos tocó con el peor gobierno posible, el más incapaz, más marrullero y más falaz que podíamos imaginar. Pero es un gobierno de izquierdas y eso apaciguó los impulsos violentos de los borregos para protestar por las medidas de contención del virus dictadas por el mismo.
Si el Covid-19 nos hubiera atacado en un momento en el que gozásemos de un gobierno honesto y competente, capaz de tomar las medidas adecuadas y necesarias, pero de derechas, las calles se hubieran incendiado y los violentos profesionales no hubieran parado hasta derribarles del poder. Por menos motivos, el domingo salieron a la calle podemitas y borregos, dirigidos por sus “perros pastores”, para culpar a Isabel Díaz Ayuso hasta de la muerte de Manolete. Además tienen preparadas otras protestas y no pararán hasta derribar a nuestra presidenta de la forma tan rastrera como derribaron a Rajoy ¡Qué indignidad más terrible! ¡Qué sucio y vergonzoso es este proceder!
Y todo viene de un presidente que no consiguió el poder en las urnas tras unas elecciones libres, sino tras el trapicheo de pactos siniestros con lo peor de la política española y, una vez en el poder, con la mentira, la manipulación de las Instituciones y lo que todos sabemos, se perpetuará en él a nuestro pesar e invadirá, con el odio que expele por todos los poros de su cuerpo, a sus borregos.