Sr. Director:
Como las palabras de Pedro Sánchez y su Gobierno son tan volátiles que hoy significan una cosa y mañana otra, siempre corremos el riesgo de confundirnos con ellas. Y algo de eso sucede con el emotivo discurso oficial sobre los plurales y diversos efectos benéficos que nos aportará la inmigración, incluyendo la masiva e ilegal o irregular. Por eso, cuando casi nos habían convencido de que no teníamos que preocuparnos por el grave suicidio demográfico que lideramos, ni porque una buena parte de nuestros jóvenes profesionales mejor preparados (médicos y enfermeras, arquitectos, ingenieros, etc.) tengan que emigrar a otros países para ganarse la vida, ya que las masas de inmigrantes que recibimos burlando las fronteras y controles legales, son los que vienen a pagarnos nuestras pensiones; sin embargo pareciera que no es del todo así... O al menos no lo es en Canarias, donde el Gobierno español se está gastando 300.000 euros diarios en mantener en hoteles y complejos turísticos a 6.000 inmigrantes ilegales, que en su inmensa mayoría proceden de Marruecos (esto es: ni perseguidos ni famélicos). Claro que Carmen Calvo siempre podrá contestarnos, en nombre del Gobierno, que no nos mentían con aquello de que venían a pagarnos las pensiones; pues nada dijeron respecto a que pagaran los hoteles.