Sr. Driector:
Que Sánchez, el presidente del Gobierno, sui géneris, es un iluminado, se sospechaba, pero se ha confirmado ya que entiende la política como una llamada de las fuerzas telúricas que lo han elegido para hundir España en el despropósito. Habla de vocación, una especie de unidad de destino dentro del caos político en el que está metido y en la está dejando España en manos de sus adversarios. Hablar de que, si no puede aprobar los presupuestos económicos, su vocación se ve frustrada, suena a una especie de cursilería supersticiosa.