Las tiendas agudizan su ingenio para cumplir la norma del Gobierno y, al mismo tiempo, mantener una temperatura adecuada, tanto para los empleados como para los clientes. Si no puedo poner el aire acondicionado a menos de 27 grados, instalo ventiladores industriales como los de la imagen. Porque resulta muy desagradable probarse ropa si estás sudando, que es precisamente lo que sucede a 27 grados de temperatura.
Sánchez, a ver si te enteras: no se trata de consumir menos energía sino de producir más energía.