El oro suele ser un refugio contra la crisis. En España tiene pinta de ser un medio de cobro nada sofisticado a convolutos socialistas que interesan a la justicia y que pone en aprietos a todo el gobierno progresista en sus peores horas. A la oposición pepera le cuesta sacar rédito por falta de gamuza. 

En tiempos de crisis acudimos al oro como buen refugio. Amas de casa, políticos, banqueros y hasta los Bancos Centrales. En la II República por la caída de la peseta, y poco después sacando del país las reservas de oro del Banco de España que el gobierno republicano ordenó con destino a Francia y sobre todo a Rusia para costear la guerra civil recién iniciada.

Con el paso del tiempo y la transición democrática, el gobierno de ZP mandó vender la mitad de las reservas de oro en el país para cuadrar sus cuentas públicas a un precio irrisorio mientras el resto de las potencias acaparaba oro y adelgazaba el gasto. Pero España es conocida no por ahorrar sino por gastar y la venta de 133 toneladas de oro del entonces ministro socialista Solbes durante la crisis financiera del 2007 era para derrochar “planes E”  en tiempos de crisis. Nuestras reservas actuales son una de las más bajas (incluso inferiores a Portugal) y se encuentran no en los sótanos del Banco de España como debería ser, sino repartidas en bancos centrales de EEUU, Reino Unido, Suiza y Rusia. 

Hoy en día, la onza de oro se cotiza como al inicio algunas criptomonedas al haberse convertido en objeto de codicia por parte de los gobiernos, grandes inversores, especuladores, family offices y particulares. Dictaduras en Latinoamérica y Rusia, pero también no pocos países de África, Asia y la UE están comprando en el mercado y fuera del mercado  lingotes de oro a cualquier precio como refugio a las crisis geopolíticas en Ucrania, Oriente Medio y en el mar de China con la incertidumbre del futuro inquilino en la casa Blanca. El oro no volverá a ser el patrón del sistema monetario internacional como hace más de 50 años pero sí está desplazando  al papel moneda y devaluando algunas divisas convertibles.

España es conocida no por ahorrar sino por gastar y la venta de 133 toneladas de oro del entonces ministro socialista Solbes durante la crisis financiera del 2007 era para derrochar “planes E”  en tiempos de crisis. Nuestras reservas actuales son una de las más bajas (incluso inferiores a Portugal) y se encuentran no en los sótanos del Banco de España como debería ser, sino repartidas en bancos centrales de EEUU, Reino Unido, Suiza y Rusia

En España, amigos, el metal precioso  siempre ha sido codiciado para afrontar la crisis por los pequeños ahorradores, madres casamenteras, políticos corruptos y estafadores. Volvemos a la corrupción sofisticada y parece que no hay tribuna en este y otros medios en los que no se aluda a la corrupción. Unas achacadas al gobierno social-comunista o la ya lejana etapa del PP de Rajoy. Pero no salimos de la corrupción y más cuando hay oro de por medio.

En tiempos del PP de Bárcenas se repartieron sobres en B. En tiempos de Sánchez que vino para combatir la corrupción, se reparten bolsas llenas de dinero y se forran con hidrocarburos. El PSOE pese a los activos en el metal, no atraviesa una etapa dorada, al contrario tanto metal le está hundiendo llevándonos a la edad de oro de la corrupción. 

Por eso dicen que la única izquierda digna es la de Rafa Nadal ya retirado. La nuestra, pilota el oro del Nuevo Mundo y llega a Madrid a manos del PSOE sigilosamente tras atravesar un océano de falacias en cinemascope. Es lo que tiene estar tan enamorado, que no hay oro suficiente que lo pague. 

No contentos con las mordidas en dinero y los múltiples escándalos que afectan ya a 30 sujetos de la familia, del partido PSOE y el Gobierno (al menos siete ministerios), los socialistas progres tan moralistas e inmaculados todos ellos, también cobraron favores de Venezuela  presuntamente con 104 lingotes de oro que trajo la vicepresidenta de Maduro, Delcy, en su “parada de boxes” en Barajas a pesar de no poder pisar suelo de Schengen. Esto es lo que revela la UCO y el ejecutivo hace mutis, porque implica directamente al presidente del club sanchista en Moncloa.

Los revolucionarios estalinistas en el gobierno de coalición con Podemos/Sumar tragan con todas las heces sanchistas pero se achantan de ponerle cara por temor a perder prebendas y reclamar a la Rusia de Putin todo el  oro de la II República custodiado en los Urales desde antes de Franco. Esta memoria histórica no interesa. Pero sí interesa, aunque pocas respuestas obtenemos, la mina de oro venezolana propiedad presuntamente de ZP como pago por las labores sin esclarecer del nefasto ex presidente español con el dictador chavista y avalar los resultados falseados  de las recientes elecciones en Venezuela y quién sabe si más cosas que se cotizan al precio de oro. 

El rescate opaco también de unos 50 millones de euros de la aerolínea bolivariana Plus Ultra sin pasajeros y aviones ordenado por Sánchez hace unos años, cobra sentido ahora. ¿Rescate del Estado a cambio de lingotes para el partido?

Pese a la Ley de Transparencia el oro es opaco y el Banco de España, con un ex ministro socialista a la cabeza actualmente, poco probable que dé cuenta de los movimientos de oro en el Reino de España. Como también sigue siendo un misterio para los españoles y la UE el destino de los fondos europeos gestionados desde Moncloa que llegan a cuentagotas. 

No contentos con las mordidas en dinero y los múltiples escándalos que afectan ya a 30 sujetos de la familia, del partido PSOE y el Gobierno (al menos siete ministerios), los socialistas progres tan moralistas e inmaculados todos ellos, también cobraron favores de Venezuela  presuntamente con 104 lingotes de oro que trajo la vicepresidenta de Maduro, Delcy, en su “parada de boxes” en Barajas

El metal precioso es ambicionado por la tía Tula, los influencers, las kellys, los chinos currantes y ejecutivos, el ex ministro Abalos, la realeza  y seguramente hasta la esposa catedrática de un conocido político “in office” que 'se jarta' de ser conseguidora de fondos pesados. Nos rememora a los tiempos de Carmen Polo de Franco pero también de Elena Ceausescu, ambas muy inmodestas por acaparar joyas y oro. 

Una terminó su vida siendo la más rica del cementerio y la ex comunista rumana ajusticiada por el pueblo tras el derrocamiento de otro régimen dictatorial en los Cárpatos  que lloran podemitas, sumareños, etarras y otras hierbas de la actual izquierda marxista-leninista. Menudo chasco: los pelotas del régimen chavista de Maduro en España en torno a Pablo Iglesias y Yolanda Diaz se quedan sin esnifar oro venezolano en polvo porque  es la gente del PSOE quien se lo lleva crudo en lingotes. 

Yoli por lo menos se conforma estrenando vestuario con raja sideral y monos zapatos dorados el día de la Hispanidad. Y los que no son de ostentar lingotes o alhajas de oro, se tiran por las propiedades de lujo para dar lecciones luego de cómo combatir la crisis de la vivienda y favorecer la llegada masiva de refugiados abriendo las fronteras a todos los migrantes en España pero eso sí sin tocar sus aposentos. 

A quién extraña que nos roben el cobre de las obras si los poderosos aforados acaparan todo el oro que pueden en bruto o pulido -y no precisamente en las Olimpiadas- para encubrir los convolutos a Hacienda. Cuánto fango. ¿A nadie se le ha ocurrido un máster en captación de pepitas de oro? 

Y los que no son de ostentar lingotes o alhajas de oro, se tiran por las propiedades de lujo para dar lecciones luego de cómo combatir la crisis de la vivienda y favorecer la llegada masiva de refugiados abriendo las fronteras a todos los migrantes en España pero eso sí sin tocar sus aposentos

Si fuéramos más sofisticados, los electores a lo mejor deberíamos exigir que nos devuelvan todo el oro robado ya que no lo hacen con el dinero en sobres ni en bolsas ni tras las numerosas condonaciones  de corruptos catalanes y andaluces indultados y amnistiados.

A lo mejor la izquierda sociata española, al paso que van, se merece un nuevo Bad Godesberg o Suresnes con menos ostentación dorada y presidencialismo de empeñador. @ignacioSLeon