Se va a hacer muy largo y muy duro: cuatro años más aguantando a Pedro Sánchez Pérez-Castejón. Y resultará otro paripé, dado que los orcos de Mordor (ERC, Junts, Bildu y PNV) no pueden hacer otra cosa que seguir aplaudiendo al PSOE: con mohínes de disgusto y amenazas, desde luego, nadie como con Sánchez, así que aguantarán lo que tengan que aguantar. 

De hecho, Sánchez no teme a ninguno de los cinco partidos: lo que teme es a los comunistas de Sumar, porque esos no son socios en el Congreso sino en La Moncloa. De hecho, el peor acto que Sánchez ha firmado no ha sido con los indepes catalanes o los proetarras vascos, sino con los comunistas de Podemos, ahora Sumar, algo que el PSOE no hizo ni durante la II República hasta ya iniciada la Guerra Civil (septiembre de 1936).

¿Legislatura corta? Lo dudo. A Sánchez lo de la dos españas le importa una higa mientras él siga durmiendo en Moncloa. Los de Mordor no tienen otra salida que obedecen a Sauron y a Saruman (por ese orden, Sánchez y Yolanda).

Y ojo, el peor papel no será para la gente de derechas sino para los católicos: cualquier palo a la Iglesia será aplaudido por la parroquia de Sánchez y por los socios de Sánchez.