La ministra Irene Montero asegura que la nueva ley de aborto, otra bestialidad sociopodemita, defenderá el derecho a la objeción de conciencia de los médicos, seguramente con el mismo entusiasmo que han hecho con la ley de eutanasia. Es decir, creando un registro para médicos objetores que se niegan a matar, al igual que han hecho con la ley de eutanasia.
Es decir, no se trata de implantar el aborto obligatorio eso ya lo han conseguido. No se trata de matar al niño, se trata de matar la conciencia, en este caso, de los sanitarios.
No se les puede obligar a perpetrar abortos o a eutanasiar a los terminales, al menos por ahora, pero socialistas y podemitas sí pueden señalarles con el dedo como enemigos de la sociedad. Tendrán que apuntarse a una lista y tengo para mí que ninguno de ellos va a progresar en el Sistema Público de Salud.
Primero matar al inocente, luego matar la conciencia.