En el Tribunal de La Haya han situado a Israel y a Palestina en paridad de estima. Bueno, a veces, porque la sensación es la misma que tenemos si en España escuchamos al PSOE o a los sumaritas de Yolanda Díaz: que los buenos son los palestinos, incluido el grupo terrorista Hamás, y los malos los israelíes.

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Veamos: diferencias entre Israel y los palestinos o por qué es necesario apoyar a los judíos más que a la ANP (no digamos más que a Hamás) y sin intentar agotar la cuestión:

1.Reclamamos un Estado palestino... pero si se lo entregó la ONU en 1948. Ese día, Israel aceptó lo que le daban mientras los palestinos apoyados por varios Estados árabes se lanzaron al exterminio de los judíos. 

2. Jerusalén Este, capital del Estado palestino... pero si ya lo fue. Hasta 1967, cuando los árabes atacaron Jerusalén oeste para hacerse con el conjunto de la capital. Otra vez fueron derrotados.

3.Los israelíes son más fuertes y abusan de su fuerza... pero hombre si Israel es un mini-Estado rodeado de países árabes con ejércitos regulares, que en su momento, les atacaron con armamento moderno frente a unos civiles con fusiles. Lo que no sabían los atacantes es que los judíos luchaban por su supervivencia y es muy difícil vencer a un pueblo que no tiene nada que perder.

4.Terrorismo. Los palestinos, -no solo Hamás- se han comportado durante 70 años con tácticas terroristas y/o haciendo de la guerra un cuestión de familia: primero golpean a los civiles y luego me escondo detrás de mis mujeres y mis niños. Nunca planteo batalla abierta. Golpeo y me escondo cobardemente. 

5.Las guerras siempre las han empezado los palestinos. Lo israelíes se han defendido y las han ganado. 

6.La idea de acabar con Israel, tierra de refugio para los hebreos, jamás desapareció de la cabeza de los líderes palestinos, ya antes de que existiera Hamas. 

Dicho esto: lo más importante sigue siendo un alto el fuego, a ser posible ya mismo, en Gaza para que dejen de morir niños inocentes a causa de las barbaridades que perpetran sus padres. Ahora bien, no nos equivoquemos de enemigo, no hagamos como el Gobierno español.