Para no perdernos. Primero: el 1 de noviembre no es la fiesta de los muertos sino la de los Todos los Santos. Sí, la llamada universal a la santidad. Ya saben, todos tenemos que "ser perfectos como Vuestro Padre Celestial es perfecto". Insisto, martes 1 de noviembre.
Segundo: el día dedicado a los Fieles Difuntos es el 2 de noviembre. Si se acude a visitar a los restos de nuestros seres queridos el 1 es porque es fiesta, mientras el día 2 hay que trabajar.
Tercero: Los cristianos no rendimos honor a la muerte, algo muy feo, propio de Halloween y de la violencia satánica que le acompaña.
Los cristianos rezamos por nuestros fieles difuntos y con nuestras peticiones no les "conmemoramos" ni les festejamos, aunque lógicamente les recordamos: lo que hacemos es rezar por ellos. Sí, porque a lo mejor están en el purgatorio y nuestras oraciones les sirven para purificarse y les empujan hacia el Cielo. ¿Que este lenguaje les parece anticuado, incluso curioso? Pues es problema de su falta de formación amigo, no de la cuestión en sí.
Cuarto:¿Lo anterior significa que el agnóstico o el no creyente no visite a su seres queridos en el camposanto, donde reposan sus restos materiales? Por supuesto que no: insisto, la civilización comienza cuando se empieza a enterrar a los muertos
Cuarto. Fiesta demoniaca de Halloween cada año aumenta su grado de violencia. Naturalmente, nuestra RTVE no puede aceptar que la primera violencia que acaece en 31 de octubre es la violencia satánica, entre la que se incluye, la profanación de templos y sagrarios, naturalmente cristianos, nadie profana una mezquita.
'Power point':
31 de octubre, fiesta satánica que todos los idiotas consideran una fiesta de truco o trato.
1 de noviembre: Todos los santos, día, que es cuando hay luz y las cosas son hermosas. El fin del ser humano, un motivo para vivir. un sentido para la vida.
2 de noviembre, Día de Difuntos, para honrar a nuestros muertos, que no están muertos y para trabajar para la vida eterna, que es la que mola. Para siempre, para siempre, para siempre.
Porque si la muerte es el final, es la nada, ¿para qué puñetas vamos a honrar a los muertos?