Sin entrar en los pormenores, el Banco de España, en su Informe sobre empresas no financieras ha decretado que la empresa española crece en beneficios pero no en ingresos. Eso significa algo muy simple; que la empresa española se mantiene en pie, no porque crezca su negocio sino porque ahorra costes.
Dejando a un lado que las familias españolas sí ahorran y sí pagan sus deudas, que las empresas españolas también pero el Gobierno español no, lo cierto es que subsistir a costa de reducir costes no vale. Alguna vez hay que crecer en ingresos.
Es una buena noticia, sin duda, que la empresa española aguante, pero no cómo aguanta. Las familias y las empresas españolas aguantan como el país: apretándose el cinturón. El Gobierno, por contra, no deja de endeudarse.