- El voto en blanco falló.
- El catolicismo expulsado de la vida pública española… en un país en el que se confiesa católico más de un 70% de la población.
- Pero el catolicismo no puede dejar de ser lo que es así que habrá que concluir que España, en efecto, ha dejado de ser católica.
¿Cómo es posible que más de un 70% de los españoles se declaren católicos y que, al mismo tiempo, los partidos afines al voto católico hayan obtenido unos resultados residuales? Por ejemplo, el derechista VOX se ha quedado en los 58.000 votos, un 0,2% de los sufragios emitidos, mientras el izquierdista SAIN se quedó en menos de 5.000 votos, un 0,02% de los sufragios emitidos. Dos partidos fieles a los principios no negociables (vida, familia, libertad de enseñanza y bien común), pero taponados.
El voto en blanco, otra opción del cristiano desencantado con la Banda de los Cuatro (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos) se quedó en el 0,75%, lejos del 1,37% de los anteriores comicios. Y era, en verdad, otra opción para un católico coherente. Fue la escogida por el abajo firmante.
En definitiva, el voto católico no existe y hay que preguntarse que pasa por la cabeza de 10 millones de españoles que, sólo es un ejemplo, acuden a misa cada domingo.
Y como el catolicismo no puede dejar de ser lo que es, habrá que concluir algo mucho más grave: que España, en efecto, ha dejado de ser católica.
Eulogio López